El ejercicio físico es la verdadera “polipíldora”
ESCRITO POR JAVIER S MORALES ROJAS
A
comienzos de siglo, se utilizó por primera vez el término “polipíldora” para
referirse a la combinación de determinados fármacos que conseguían reducir en
más del 80% las enfermedades cardiovasculares. Más recientemente, el grupo de
investigación liderado por el Dr. Lucía comparó los efectos de estas
polipíldoras con los del ejercicio físico regular sobre factores de riesgo
cardiovascular
A comienzos de
siglo, los catedráticos británicos Wald & Law utilizaron por primera vez el
término “polipíldora” para referirse a la combinación de determinados fármacos
que conseguían reducir en más del 80% las enfermedades cardiovasculares (1).
Así, la combinación de una estatina para reducir el colesterol, la mitad de la
dosis de tres clases de anti-hipertensivos, una aspirina como anti-agregante
plaquetario y ácido fólico reducirían en un 88% las cardiopatías isquémicas y
en un 80% los accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, el 8-15% de las
personas que consumieran esta polipíldora manifestarían algún tipo de efecto
adverso (1).
Más recientemente,
el grupo de investigación liderado por el Dr. Lucía comparó (2) los resultados
de un meta-análisis (3) que analizaba la eficacia y la seguridad de estas
polipíldoras con los de sendos meta-análisis (4, 5) que evaluaban los efectos
del ejercicio físico regular sobre factores de riesgo cardiovascular (presión
arterial y colesterol LDL y total). El análisis final mostró beneficios
ligeramente más altos sobre el colesterol LDL y total con el ejercicio de
resistencia que con las polipíldoras. Mientras que éstas y el ejercicio
isométrico produjeron un efecto similar sobre la disminución de la presión
arterial. Cabría reseñar que los importantes y adicionales beneficios del
ejercicio físico sobre otras variables relacionadas con la salud (adiposidad,
capacidad cardiorrespiratoria y fuerza, entre otras) difícilmente serían
alcanzados con la administración de una polipíldora farmacológica.
Por tanto,
observamos cómo, respecto a los efectos reportados por la “polipíldora” para la
prevención de las enfermedades cardiovasculares, el ejercicio físico
aporta similares beneficios, mayores en algunos casos, frente a los
factores de riesgo cardiovascular. Además, el ejercicio físico bien
prescrito, en comparación con el fármaco, es una intervención
relativamente libre de efectos adversos.
La actividad física: un fin provechoso que alarga la vida
La práctica de la actividad física, los deporte y el ejercicio ya son elementos claves para buena parte de la sociedad debido a los
múltiples beneficios que acarrea. Sin embargo, los datos al respecto reflejan
que aún queda camino por recorrer.
ESCRITO
POR: N. TIRADO / N. LÓPEZ
Hipócrates,
considerado el padre de la medicina, en el siglo IV a. C. ya decía que si se
usan todas las partes del cuerpo humano que tienen una función y se ejercitan
en el trabajo para el que están hechas se conservarán sanas y bien
desarrolladas y envejecerán más lentamente. El cuerpo humano tiene
aproximadamente 600 músculos, de los cuales unos 430 son voluntarios y su
cometido esencial es producir movimiento. El médico de la Antigua Grecia
sostenía también que si estas partes no se emplean y se dejan holgazanear, se
convierten en enfermizas y defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de
hora, por el no uso constante.
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