martes, 10 de agosto de 2021

Actividad Física y sus beneficios para todos.

 

Actividad Física

Datos y cifras  según la organización mundial de la salud.

  • La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
  • La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
  • La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
  • La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
  • La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
  • La actividad física mejora el bienestar general.
  • A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados.
  • Se podrían evitar hasta 5 millones de fallecimientos al año con un mayor nivel de actividad física de la población mundial.
  • Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
  • Más del 80% de los adolescentes del mundo tienen un nivel insuficiente de actividad física

La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud. 

Entre las actividades físicas más comunes cabe mencionar caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. 

Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.

¿Qué nivel de actividad física se recomienda?

Las directrices y recomendaciones de la OMS proporcionan información detallada en cuanto a los diferentes grupos de edad y los grupos de población específicos sobre el nivel de actividad física necesario para gozar de buena salud.

La OMS recomienda:

Para los menores de 5 años

En las 24 horas de un día, los lactantes (de menos de 1 año):

  • Deberían realizar actividades físicas varias veces al día de diversas maneras, especialmente mediante juegos interactivos en el suelo; cuantas más, mejor. Para los que todavía no andan, esto incluye al, menos 30 minutos en decúbito prono (tiempo boca abajo) repartidos a lo largo del día mientras están despiertos;
  • No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé, tronas, ni sujetos a la espalda de un cuidador);
    • No se recomienda pasar tiempo frente a una pantalla;
    • Participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria;
    • Deberían tener de 14 a 17 horas (los lactantes de 0 a 3 meses de edad) o de 12 a 16 horas (los lactantes de 4 a 11 meses de edad) de sueño reparador, incluidas las siestas.

 


En las 24 horas de un día, los niños de 1 a 2 años:

    • Deberían realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180 minutos, incluidas actividades físicas moderadas a intensas repartidas a lo largo del día; cuantas más, mejor.
    • No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé, tronas, ni sujetos a la espalda de un cuidador) ni sentados durante periodos de tiempo prolongados;
      • Seguir la recomendación de que los niños de 1 año no pasen tiempo frente a la pantalla en actitud sedentaria (como por ejemplo, viendo la televisión o vídeos, o jugando con videojuegos);
      • No pasar más de una hora en actitud sedentaria frente a una pantalla (los niños de 2 años); cuanto menos, mejor;
      • Participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria; y
      • Deberían tener de 11 a 14 horas de sueño reparador, incluidas las siestas, con horarios regulares para dormir y despertarse


En las 24 horas de un día, los niños de 3 a 4 años de edad:

• Deberían realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180 minutos, de los que al menos 60 minutos se dedicarán a actividades físicas moderadas a intensas repartidas a lo largo del día; cuantas más, mejor;

      • No deberían estar retenidos durante más de una hora cada vez (por ejemplo, en cochecitos/sillas de bebé) ni sentados durante períodos de tiempo prolongados.
      • No deberían pasar más de una hora en actitud sedentaria frente a una pantalla; cuanto menos, mejor.
      • Deberían participar en la lectura y la narración de cuentos con un cuidador cuando estén en actitud sedentaria; y deberían tener de 10 a 13 horas de sueño reparador, que puede incluir una siesta, con horarios regulares para dormir y despertarse.

Para más información, véase Organización Mundial de la Salud. Directrices de la OMS sobre la actividad física, el comportamiento sedentario y el sueño para menores de 5 años. Ginebra: Organización Mundial de la Salud/Organización Panamericada de la Salud, 2019. https://iris.paho.org/handle/10665.2/51805



Los niños y adolescentes de 5 a 17 años

      • Deberían dedicar al menos un promedio de 60 minutos al día a actividades físicas moderadas a intensas, principalmente aeróbicas, a lo largo de la semana.
      • Deberían incorporar actividades aeróbicas intensas, así como aquellas que fortalecen los músculos y los huesos, al menos tres días a la semana.
      • Deberían limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias, particularmente el tiempo de ocio que pasan frente a una pantalla


Los adultos de 18 a 64 años

      • Deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana; también deberían realizar actividades de fortalecimiento muscular moderadas o más intensas que ejerciten todos los grupos musculares principales durante dos o más días a la semana, ya que tales actividades aportan beneficios adicionales para la salud.
      • Pueden prolongar la actividad física aeróbica moderada más allá de 300 minutos; o realizar actividades físicas aeróbicas intensas durante más de 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana para obtener beneficios adicionales para la salud, deberían limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias
      • La sustitución del tiempo dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad (incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud, y para ayudar a reducir los efectos perjudiciales de los comportamientos más sedentarios en la salud, todos los adultos y los adultos mayores deberían tratar de incrementar su actividad física moderada a intensa por encima del nivel recomendado.


Los adultos de 65 o más años

    • Se aplican las mismas recomendaciones que para los adultos; y
    • Como parte de su actividad física semanal, los adultos mayores deberían realizar actividades físicas variadas y con diversos componentes, que hagan hincapié en el equilibrio funcional y en un entrenamiento de la fuerza muscular moderado o de mayor intensidad, tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las caídas.


Las mujeres durante el embarazo y el puerperio

Todas las mujeres que no tengan contraindicaciones durante el embarazo y el puerperio deberían:

  • Realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 minutos a lo largo de la semana;
  • Incorporar una variedad de actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular;
  • Limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. La sustitución del tiempo dedicado a actividades sedentarias por actividades físicas de cualquier intensidad (incluidas las de baja intensidad) es beneficiosa para la salud.


Beneficios  de la actividad física y el comportamiento sedentario

La actividad física regular, como caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes o participar en actividades recreativas, es muy beneficiosa para la salud. Es mejor realizar cualquier actividad física que no realizar ninguna. Al aumentar la actividad física de forma relativamente sencilla a lo largo del día, las personas pueden alcanzar fácilmente los niveles de actividad recomendados.

La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles. Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.

La actividad física regular puede:

    • Mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio;
    • Mejorar la salud ósea y funcional;
    • Reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión;
    • Reducir el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales; y
    • Ayudar a mantener un peso corporal saludable.

En los niños y adolescentes, la actividad física mejora:

    • El estado físico (cardiorrespiratorio y muscular)
    • La salud cardiometabólica (tensión arterial, dislipidemia, hiperglucemia y resistencia a la insulina)
    • La salud ósea
    • Los resultados cognitivos (desempeño académico y función ejecutiva)
    • La salud mental (reducción de los síntomas de depresión)
    • La reducción de la adiposidad

En los adultos y los adultos mayores, los niveles más altos de actividad física mejoran:

    • La mortalidad por cualquier causa
    • La mortalidad por enfermedades cardiovasculares
    • Los incidentes de hipertensión
    • Los cánceres específicos del órgano en que se produce el incidente (vejiga, mama, colon, endometrio, adenocarcinoma esofágico y cánceres gástricos y renales)
    • Los incidentes de diabetes de tipo 2
    • La prevención de las caídas
    • La salud mental (reducción de los síntomas de ansiedad y depresión)
    • La salud cognitiva
    • El sueño
    • También pueden mejorar la medición de la adiposidad

En las mujeres durante el embarazo y el puerperio

La actividad física confiere a la salud materna y fetal los siguientes beneficios: una disminución del riesgo de

    • Preeclampsia
    • Hipertensión gestacional
    • Diabetes gestacional (por ejemplo, una reducción del riesgo del 30%)
    • Un aumento excesivo de peso durante el embarazo
    • Complicaciones en el parto
    • Depresión puerperal
    • Complicaciones de los recién nacidos, y la actividad física no tiene efectos adversos sobre el peso al nacer ni entraña un mayor riesgo de muerte prenatal.

Riesgos del comportamiento sedentario para la salud

Los modos de vida son cada vez más sedentarios por el uso del transporte motorizado y la utilización cada vez mayor de pantallas para el trabajo, la educación y las actividades recreativas. Los datos demuestran que un mayor grado de sedentarismo está asociado con los deficientes resultados de salud que se enumeran a continuación:

En los niños y adolescentes,

    • Un aumento de la adiposidad (aumento de peso)
    • Una salud cardiometabólica, aptitud física, conducta comportamental/comportamiento social más deficientes
    • Una menor duración del sueño

En los adultos:

    • Mortalidad por cualquier causa, mortalidad por enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cáncer
    • Incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.



Niveles de actividad física en todo el mundo

    • Más de una cuarta parte de la población adulta mundial (1 400 millones de adultos) no alcanza un nivel suficiente de actividad física.
    • En todo el mundo, alrededor de una de cada tres mujeres y uno de cada cuatro hombres no realizan suficiente actividad física para mantenerse sanos.
    • Los niveles de inactividad representan en los países de ingresos altos el doble que en los de ingresos bajos.
    • Los niveles mundiales de actividad física no han mejorado desde 2001.
    • La insuficiente actividad física aumentó en un 5% (del 31,6% al 36,8%) en los países de ingresos altos en el período comprendido entre 2001 y 2016.

El aumento de los niveles de inactividad física tiene repercusiones negativas en los sistemas de salud, el medio ambiente, el desarrollo económico, el bienestar de la comunidad y la calidad de vida.

¿Cómo aumentar la actividad física?

Los países y las comunidades deben adoptar medidas para ofrecer a todas las personas más oportunidades de estar activas, a fin de incrementar la actividad física. Ello requiere un esfuerzo colectivo, tanto en el ámbito nacional como en el local, en diferentes sectores y disciplinas para aplicar políticas y soluciones adecuadas al entorno cultural y social de un país a fin de promover, posibilitar y fomentar la actividad física.


Activos siempre nunca sedentarios.



lunes, 9 de agosto de 2021

El ejercicio físico debe ser prescrito como cualquier tratamiento farmacológico.

 

 

El ejercicio físico debe ser prescrito como cualquier tratamiento farmacológico.


Fernando Ferreira, médico deportólogo del HQSUR.


Una publicación realizada por Jonathan Veletanga. Quito 
En el marco del Día Mundial de la Actividad Física, REDACCIÓN MÉDICA ha conversado con Fernando Ferreira, médico deportólogo del Hospital General IESS Quito Sur (HQSUR), sobre la importancia de la prescripción del ejercicio.
 
“La actividad física han sido mal maneja durante muchos años. Por ejemplo, tenemos las clásicas recomendaciones basadas solo en ejercicio aeróbico, que no han dado los resultados esperados. Entonces una de las grandes deudas de la comunidad médica, en todo el mundo, es el tema de la prescripción del ejercicio físico”, ha sostenido el especialista.
 
Para el galeno, en los últimos 20 años se ha demostrado los efectos del ejercicio físico en el control, prevención y tratamiento de muchas enfermedades y sus complicaciones. De esta manera, se ha comprendido que “el ejercicio aeróbico por sí solo no es la solución, sino que debemos complementarlo con prescripción de otro tipo de ejercicio como fortalecimiento muscular, etc., tomando en cuenta la condición de cada paciente”.
 
Con la finalidad de que la prescripción de la actividad físico no sea muy general, Ferreira ha recomendado apoyarse en la Medicina del Deporte, que actualmente ya se enfoca tanto en la población en general, así como en las personas con patologías.
 
“Esta especialidad es relativamente nueva en el ámbito hospitalario. La Medicina del Deporte siempre se ha relacionado solo al ámbito deportivo, sin embargo, actualmente por las necesidades que existen, también estamos enfocándonos en programas de rehabilitación metabólica, es decir, en personas que requieren mejorar sus condiciones para prevenir y controlar tanto enfermedades como complicaciones. Es así que el médico deportólogo ya se está vinculando al ámbito hospitalario”, ha enfatizado.
 
Ferreira ha manifestado que hoy en día el ejercicio físico debe ser aplicado como cualquier tratamiento farmacológico, es decir, diferenciado y considerando todas las características de cada paciente.
 
Por este motivo, para evitar complicaciones en los pacientes al momento de prescribir ejercicio físico, la comunidad médica debe capacitarse en este ámbito, ha insistido.
 
Recomendaciones para prescribir actividad física 

“Prescribir ejercicio físico no es recomendar lo mismo a todas las personas”. Por lo tanto, es necesario que el mismo sea prescrito por un profesional médico, y considerando varios aspectos como: edad, estado de salud, condición física, factores de riesgo, flexibilidad, fuerza, equilibrio, tipo de enfermedad y grupo etario, principalmente, ha explicado Ferreira.
 
También se deben tomar en cuenta algunas recomendaciones generales que ayudan a la prevención de enfermedades, como por ejemplo 150 minutos semanales de actividad aeróbica (caminata, trote, bicicleta, natación, bailoterapia, etc.); entre 2 y 3 sesiones de fortalecimiento muscular a la semana con peso libre, máquinas de fuerza, ligas o el propio peso.
 
Para los niños menores de 12 años, el especialista ha recomendado promover la actividad física mediante juegos lúdicos como saltar la cuerda, carreras, entre otros, ya que esto permite desarrollar y potenciar la motricidad, multilateralidad, equilibrio y otros aspectos básicos. A partir de los 12 y 13 años se empieza a especificar en el deporte.
 
Antes de los 12 años no es recomendable especificar en un solo deporte porque necesitamos un desarrollo multilateral de todas las habilidad y capacidades motoras”, ha agregado.
 
Para los adultos, si no presentan ninguna enfermedad, hay que prescribir las recomendaciones generales antes mencionadas. Mientras que, en los adultos mayores, hay que priorizar el fortalecimiento muscular para prevenir la sarcopenia, y el desarrollo del equilibrio para evitar las caídas.
 
Para los pacientes que presentan enfermedades como sobrepeso, obesidad, diabetes, entre otras, existe la atención diferenciada y programas de ejercicio acorde a su condición y aspectos fisiopatológicos. Estos usuarios deben ser derivados al ámbito hospitalario para que reciban un manejo multidisciplinario.
 
El dato  
 
El HQSUR cuenta con una ‘Clínica para Pacientes Crónico – Metabólicos’, en la que se brinda un manejo multidisciplinario a los pacientes con obesidad, hipertensión arterial, colesterol, triglicéridos, apnea del sueño, diabetes, entre otras patologías.



 

domingo, 8 de agosto de 2021

El ejercicio físico es la verdadera “polipíldora”

 


El ejercicio físico es la verdadera “polipíldora”

ESCRITO POR JAVIER S MORALES ROJAS

A comienzos de siglo, se utilizó por primera vez el término “polipíldora” para referirse a la combinación de determinados fármacos que conseguían reducir en más del 80% las enfermedades cardiovasculares. Más recientemente, el grupo de investigación liderado por el Dr. Lucía comparó los efectos de estas polipíldoras con los del ejercicio físico regular sobre factores de riesgo cardiovascular

A comienzos de siglo, los catedráticos británicos Wald & Law utilizaron por primera vez el término “polipíldora” para referirse a la combinación de determinados fármacos que conseguían reducir en más del 80% las enfermedades cardiovasculares (1). Así, la combinación de una estatina para reducir el colesterol, la mitad de la dosis de tres clases de anti-hipertensivos, una aspirina como anti-agregante plaquetario y ácido fólico reducirían en un 88% las cardiopatías isquémicas y en un 80% los accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, el 8-15% de las personas que consumieran esta polipíldora manifestarían algún tipo de efecto adverso (1).

Más recientemente, el grupo de investigación liderado por el Dr. Lucía comparó (2) los resultados de un meta-análisis (3) que analizaba la eficacia y la seguridad de estas polipíldoras con los de sendos meta-análisis (4, 5) que evaluaban los efectos del ejercicio físico regular sobre factores de riesgo cardiovascular (presión arterial y colesterol LDL y total). El análisis final mostró beneficios ligeramente más altos sobre el colesterol LDL y total con el ejercicio de resistencia que con las polipíldoras. Mientras que éstas y el ejercicio isométrico produjeron un efecto similar sobre la disminución de la presión arterial. Cabría reseñar que los importantes y adicionales beneficios del ejercicio físico sobre otras variables relacionadas con la salud (adiposidad, capacidad cardiorrespiratoria y fuerza, entre otras) difícilmente serían alcanzados con la administración de una polipíldora farmacológica.

Por tanto, observamos cómo, respecto a los efectos reportados por la “polipíldora” para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, el ejercicio físico aporta similares beneficios, mayores en algunos casos, frente a los factores de riesgo cardiovascular. Además, el ejercicio físico bien prescrito, en comparación con el fármaco, es una intervención relativamente libre de efectos adversos.

 



La actividad física: un fin provechoso que alarga la vida

La práctica de la actividad física, los deporte y el ejercicio ya son elementos claves para buena parte de la sociedad debido a los múltiples beneficios que acarrea. Sin embargo, los datos al respecto reflejan que aún queda camino por recorrer.

ESCRITO POR: N. TIRADO / N. LÓPEZ

Hipócrates, considerado el padre de la medicina, en el siglo IV a. C. ya decía que si se usan todas las partes del cuerpo humano que tienen una función y se ejercitan en el trabajo para el que están hechas se conservarán sanas y bien desarrolladas y envejecerán más lentamente. El cuerpo humano tiene aproximadamente 600 músculos, de los cuales unos 430 son voluntarios y su cometido esencial es producir movimiento. El médico de la Antigua Grecia sostenía también que si estas partes no se emplean y se dejan holgazanear, se convierten en enfermizas y defectuosas en su crecimiento y envejecen antes de hora, por el no uso constante.

 Un hecho histórico que pone de manifiesto que la importancia que la actividad física y el ejercicio físico tiene para la salud es conocida desde tiempos inmemoriales. No obstante, en las últimas décadas ha cobrado más relevancia si cabe debido a factores como la gran difusión que se ha llevado a cabo desde diversos foros acerca de los numerosos beneficios físicos que acarrea, su utilidad para mantener un peso corporal adecuado o la ganancias que reporta a nivel psicológico, todo ello en un contexto en el que los cánones de belleza ocupan un lugar destacado en la sociedad.

 Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer, pues los datos en este sentido no son muy alentadores en algunos países. El último eurobarómetro de la Comisión Europea, publicado el pasado 6 de abril con motivo del Día Mundial de la Actividad Física, reflejó que el 46% de los españoles nunca hacen ejercicio ni practican ningún tipo de deporte, una cifra que se situaba dos puntos por encima de la registrada cuatro años atrás. Asimismo, la encuesta señalaba que poco más de cuatro de cada diez españoles (el 43%) lo hacen al menos una vez a la semana, y de ellos, solo el 14% lo lleva a cabo regularmente (al menos cinco veces a la semana) que es lo recomendable.

 La falta de tiempo, la ausencia de equipamientos en determinados lugares, los problemas físicos o la pereza son los principales argumentos que se esgrimen para justificar la vida sedentaria, una tendencia que va a más conforme aumenta la edad. Datos como que solo uno de cada tres ciudadanos realiza algún tipo de actividad física (ciclismo, baile, jardinería...) o que algo más de la mitad nunca las haya llevado a cabo (el 51%, frente al 49% del anterior estudio) ponen de relieve una realidad preocupante sobre una práctica que está directamente relacionada con la alimentación y otros hábitos saludables y que permite tanto disfrutar de una vida plena y de calidad como de la posibilidad de mejorar y alargarla.







 

sábado, 7 de agosto de 2021

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